miércoles, 11 de septiembre de 2013

¿Qué tanto importa el cabello cuando se me valora por cómo se ve?

Tener el cabello lacio ha sido, generalmente, la opción más recurrente de las dominicanas. Así, el pelo "malo"- que al parecer le hizo daño a alguien- ha sido denigrado, generación tras generación, siendo muchas mujeres señaladas, avergonzadas y discriminadas -en el área laboral y social- por llevar este tipo de textura. Pero, ¿qué sucede ahora cuando la electa "Mis República Dominicana 2013", Yaritza Reyes, es una mulata de pelo rizo?

La realidad es que, cada vez más, el cabello "natural" va siendo aceptado por la sociedad. Aunque aquellas que toman la decisión de llevarlo deben tener una fuerza de voluntad inquebrantable y estar dispuestas hasta a la reubicación laboral. ¿Por qué? Recordemos bien: somos un país descendiente de africanos, donde el cabello rizo no es considerado formal y, si mientras lees, crees que no es cierto, te animamos a conocer las historias de varias mujeres que en repetidas ocasiones les pidieron "hacer algo con ese cabello".

Yaritza Reyes, nuestra actual Miss República nos contó que se siente muy bien de que la dejaran participar en el certamen con su pelo natural, a pesar de los parámetros estéticos que se tienen de las misses. "Tenemos un pelo hermoso, debemos respetarnos como somos y enaltecer nuestros rasgos latinos". Y confiesa que para Miss Universo aceptará que le manejen su cabellera con tenazas o productos hidratantes, pero mantendrá su rizo.

¿Qué tanto importa el cabello cuando se me valora por cómo se ve?

Experiencias como la que narró Rabeika Messina en la columna "Yo sufro" publicada en la revista Estilos en su edición del 10 de enero del 2009, muestran qué tan juzgada llega a ser una mujer de cabello natural. En ella describió el caso de una doctora que la insultó y aseguró que su falta de clase estaba relacionada con tener "pelo malo".

Con respecto a estos prejuicios, la socióloga Marina Ortiz explica que, más que un aspecto racial, "lo del pelo bueno y pelo malo" es un asunto estético. Y asegura que llevar el pelo lacio se identifica, en la actualidad, con el concepto de "bonito", porque desde niñas (aun con cabello natural) se nos ha inculcado llevarlo peinado y recogido, y solo el pelo lacio es aquel que puede lucirse suelto. "Algunas de las mujeres que entrevistamos para el libro "Pelo malo, pelo bueno", publicado por Fondomicro y realizado por mí y Gerald Murray, eligieron alisarse el cabello por cuestiones de comodidad y porque en los salones no saben tratar el cabello natural y afro. Adicional a esto, es indiscutible no mencionar las presiones sociales y los estándares de belleza a que son sometidas muchas de las que deciden llevar el cabello al natural", indica la profesional.

Asímismo hace hincapié en que este estudio determinó que el componente racial no era lo determinante y que el hecho de que una mujer se desrice no es indicativo de que no acepte su raza: "Tenemos una mezcla de genes muy rica, mujeres negras de pelo afro o blancas con este mismo tipo de textura, que por una razón u otra eligieron procesar su cabello. Siempre y cuando algo te haga sentir bien contigo misma es válido, el que te proceses el cabello no niega tu negritud".

Marina detalla que estamos ante 4 componentes importantes: el estético, el cultural, la presión social y el manejo del cabello. "En el ámbito laboral se está aceptando cada vez más. Conozco mujeres ejecutivas, directoras de fundaciones que han lucido su pelo rizo toda la vida. Cada vez más la mujer no tan solo se valora por su apariencia física, inclusive, en los anuncios de reclutamiento eliminaron la parte que decía ´buena apariencia´. Encasillar a las dominicanas como mujeres que no nos aceptamos por ir al salón, creo que no es justo. No es mi pelo lo que me hace ser, independientemente de que sea al natural o no, la mujer debe elegir lo que le haga sentirse cómoda porque eso se va a reflejar en todos los ámbitos de su vida".

Para la socióloga es momento de que la mujer tome la decisión y se olvide del qué dirán en todos los ámbitos: "La elección de tipo de pelo debe ser puramente personal (estilo, largo, etc.). En los años 60 ó 70 el pelo se llevaba con afro, las mujeres se hacían permanentes; después llegaron las capas. Ahora el pelo lacio es lo que llevan todas las jóvenes. Lo que se sigue es un patrón estético, y a medida de que se empiece a entender que el pelo rizo es bonito, así mismo se convertirá en tendencia y será aceptado por todos los empleadores".

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