Enmanuel Fernández Velez, admitió que prestó el vehículo de su padre, un jeepeta Toyota Highlander, color dorado, placa número G215079, para que sustrajeran los inodoros de la fábrica Sadosa Estándar.
Pidió que no se involucre a su padre en este hecho, alegando que él no tiene nada que ver y que su progenitor tiene una profesión intachable. “Lo que más me duele es que usen este hecho para ensuciar el nombre de mi padre”, dijo Emnanel Fernández, quien asegura es el único que debe responder por este caso.
Mientras que uno de los vigilantes, identificado como Carlos Adan Reyes, dijo que un hombre se identificó como Enmanuel, empleado de la compañía y que al presentarle el carnet lo dejó entrar.
Y el otro empleado, José Olaverría, alegó no tener nada que ver con este caso y que ha sido maltratado.
El abogado de la empresa Sadosa, Ruddy Polanco, indicó que se investiga si Emnanuel Fernández era empleado de la compañía.
El conocimiento de la medida de coerción se aplazó para este viernes a las 10 de la mañana, a solicitud de la defensa para estudiar el expediente acusatorio.
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