Ahora mismo, el BNV se encuentra en un proceso drástico de reducción de personal y de funcionarios debido a que carece de recursos líquidos, por lo que incluso no puede pagar los salarios ni las pensiones del personal jubilado.
El actual gerente general, Federico Antún Batlle, heredó una nómina de 9.5 millones de pesos al mes, pero durante su gestión fue llevada a 50 millones, sin que hubiera aumentado la cartera de préstamos. Durante esta gestión, el BNV llegó a tener 33 subgerentes generales; treinta más que los encontrados que eran tres, como manda la Ley que regula la entidad.
Cada semana, desde hace dos meses, son cancelados empleados y funcionarios del BNV en medio de las precariedades de liquidez. Por ello, se informó, se ha usado el fondo de pensiones para pagar las prestaciones laborales del personal contratado.
De acuerdo con estos los informes, la semana pasada la dirección del BNV decidió pedir al presidente Danilo Medina que los pensionados de la entidad, unos 100, sean pagados a través del Ministerio de Hacienda, es decir, con dinero del presupuesto del gobierno. Se desconoce la respuesta.
La mayoría de los pensionados del BNV trabajaron más de 30 años allí. Si Medina acepta la petición de Antún Batlle, corren el riesgo de recibir cualquier pensión que les asignen, pago que, de todos modos, debería estar consignado en la Ley de Presupuesto.
Historia de la debacle
Cuando el BNV fue convertido en banco de desarrollo por la Junta Monetaria en el 2002, se elaboró un programa de recuperación y desarrollo de la entidad a seis años, período durante el cual la Superintendencia de Bancos y el Banco Central debían ejercer una estricta vigilancia, debido a que los recursos del BNV provenían de los departamentos FIDE e INFRATUR del Banco Central que con la Ley Monetaria debían desaparecer.
Sin embargo, el BNV, a partir de la gestión del gobierno de Leonel Fernández en el 2004, fue puesto en manos de políticos, en especial del Partido Reformista Social Cristiano. El actual, Antún Batlle, es el secretario político de dicho partido.
Un breve análisis de las memorias y de las noticias a la prensa indica que el BNV está dedicado más a labores sociopolíticas que a las bancarias. Muchas donaciones, asistencia social y un Consejo de Administración de altos dirigentes reformistas.
Con activos que en el 2012 llegaron a 16,788 millones de pesos, las utilidades brutas (antes del pago del Impuesto sobre la Renta) obtenidas apenas alcanzaron los 16 millones de pesos.
Ese nivel de rentabilidad es un fiasco e indica que los activos son improductivos, por lo que en el 2013 han llevado al BNV a la mencionada crisis de liquidez.
Un breve análisis de las memorias y de las noticias a la prensa indica que el BNV está dedicado más a labores sociopolíticas que a las bancarias. Muchas donaciones, asistencia social y un Consejo de Administración de altos dirigentes reformistas.
La rentabilidad de los activos al finalizar el 2012 apenas era de 0.09 %. Una estricta supervisión bancaria habría llevado a la intervención de la Superintendencia de Bancos.
Al finalizar el 2012, el BNV decía tener 5,560 millones de pesos de capital y reservas.
Del total del activo, el BNV apenas tenía un 31.30 % en cartera de crédito. Si prestar es la principal fuente de ingresos de un banco, entonces el BNV en ese momento ya no andaba bien como indican los resultados.
De otro lado, el 19.46 % de los activos se registran en proyectos inmobiliarios, el 35.48 % en inversiones y supuestas disponibilidades financieras.
Las cuentas por cobrar y los otros activos (zafacones contables) alcanzaban al finalizar el 2012 el 13.76 % del activo. Solo esa cuenta basura del BNV es 14 veces superior a los beneficios obtenidos en el 2012. Para el 2013, no se encontraron estados financieros disponibles.
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