sábado, 15 de junio de 2013

Iglesia apoya envío de militares a patrullar calles

SANTIAGO.   El arzobispado de esta ciudad respaldó la iniciativa gubernamental de poner a miembros de las Fuerzas Armadas a patrullar algunas ciudades del país junto con la Policía Nacional, con el objetivo de frenar la delincuencia en las vías públicas.





La consideración la externa el principal estamento religioso de esta zona a través del editorial de su vocero escrito Camino y que con el título de “Y llegaron estos vientos” da a conocer en su edición que circula este domingo en las iglesias nacionales.

A pesar de esto, considera que la medida en cuestión tomada por el Gobierno llegó en el momento en que casi la ciudadanía se ahogaba y cuando la falta de oxígeno de la paz ciudadana tenía a la nación casi al borde del colapso.

“Hoy las principales calles de algunas ciudades dan la impresión de guerra, en tanto que la presencia de militares y policías en las esquinas y otros lugares previniendo el delito y la delincuencia, dan esa imagen de violencia desbordada que otros países latinoamericanos llevan años confrontando”, razona Camino.

No obstante, admite que ahora la gente se siente más segura, aunque a muchos turistas esta escena los espanta “porque presenciar a militares en acciones de poner el orden y el respeto les parecerá extraño”.

Sin embargo, Camino opina que algo había que hacer” para impedir que los delincuentes sigan poniendo a las autoridades, y a la población, de rodillas a merced de sus diabólicas bellaquerías”.

De acuerdo al criterio planteado en el referido editorial, el problema de la inseguridad ciudadana que se padece aquí tiene varias causas, por lo que aconseja que se mire más allá del horizonte.

“Algunos pensarán que en la militarización de las calles está la solución de este fenómeno que nos tiene atemorizados, aunque creemos que esta acción tomada por las autoridades  será transitoria, hasta que las aguas del sosiego y la seguridad vuelvan a su nivel, porque, recordemos que la fiebre no está en la sábana”, precisa.

Para avalar esa apreciación, el semanario católico invita a no olvidar que en el país han echado raíces profundas la impunidad y la complicidad con los que han violado la ley, y que si son personas influyentes pocas veces son condenadas.

Por igual, que miles de jóvenes deambulan sin rumbo en la vida al ver todos los caminos cerrados de un desarrollo integral que les permita ser útiles y que el desempleo arruina la existencia de tantos dominicanos.

Asimismo, que hay políticos que las fortunas que exhiben no resisten la menor evaluación seria y honesta, y que su mal ejemplo fomenta en algunos las acciones delictivas al creer que se puede actuar al margen de la ley y no pasa nada.

Camino estima que para que el programa Vivir Tranquilo sea efectivo debe ser integral, y que de lo contrario “corremos el riesgo de estar en presencia de una olla de presión que en cualquier momento puede provocar un desastre”.

(elnacional)

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