"Esto hacía falta hace mucho tiempo, la guardia está en la calle para protegernos de los delincuentes y están haciendo su trabajo, la delincuencia ha bajado en los barrios y las zonas de los comercios", dijo Fiordaliza Santana, una comerciante de la calle Nicolás de Ovando que ha sido atracada tres veces.
Varias personas coincidieron en que las patrullas militares no hacen causa común con los residentes de los barrios, ni de otros sectores.
En Naco, donde hace varias semanas se desató una gran ola de robos y asaltos, los residentes creen que la presencia de militares ayudará a erradicar la delincuencia y agregan que los robos y asaltos prácticamente desaparecieron.
El comerciante Ramiro Sánchez dice que en principio no compartió la idea de "tirar" la guardia a la calle para que ayudara a la Policía en el patrullaje, "pero si no es así la delincuencia nos hubiese ganado la carrera".
Según Sánchez, los militares han llevado un mensaje claro a la delincuencia, "y es que no pueden convivir con la gente trabajadora y buena y con los que queremos progresar".
En la actualidad hay más de 1,500 militares de las tres instituciones armadas que hacen de patrulla las 24 horas del día en turnos de ocho horas cada uno.
Están estratégicamente colocados en las esquinas de los sectores calificados de "neurálgicos" por la Policía, así como en los principales centros comerciales del Distrito Nacional y las provincias del interior del país.
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