Mujer que asesinó a su hija asegura no ser un monstruo

Elizabeth Escalona subió al banquillo de los acusados en una audiencia de sentencia, tras declararse culpable en julio de lesiones graves a una menor. La Policía dijo que la madre de 23 años atacó a Jocelyn Cedillo en septiembre de 2011 porque estaba furiosa de que la niña no aprendía a usar el orinal.

Los otros hijos de Escalona dijeron a las autoridades que ella golpeó a Jocelyn y la pateó en el estómago, además de que le pegó con un envase grande de leche. Agregaron que Escalona después pegó las manos de Jocelyn a la pared con un adhesivo extrafuerte.

Jocelyn sufrió hemorragia craneal, una costilla fracturada, múltiples contusiones y mordeduras. Estuvo en coma durante un par de días. Algunos pedazos de piel se le arrancaron de las manos, donde los médicos también encontraron restos de pegamento y pedacitos blancos de pintura de la pared del apartamento.

"Sólo un monstruo pegaría las manos de su hija y le provocaría una lesión cerebral", dijo el martes el fiscal Eren Price durante la audiencia de sentencia.

Escalona dijo el miércoles que nunca se perdonaría por lo que hizo, pero añadió: "Quiero que todo el mundo sepa que no soy un monstruo. Amo a mis hijos".

La fiscalía ha pedido una sentencia de 45 años de prisión.

La audiencia de sentencia continuará el jueves.

También el miércoles, la hermana de Escalona, Margaret, le pidió clemencia al juez, diciendo que una larga sentencia a prisión no era la solución. "Ella necesita ayuda. Ponerla en la cárcel no va a ayudar a nadie".

Durante la audiencia del martes, algunos funcionarios declararon que Escalona perteneció a una pandilla y que hostigaba a su propia madre.